Kepler

El cazador de exoplanetas



Antes de saber si existían planetas alrededor de otras estrellas, algunos visionarios, como un equipo de investigadores liderados por William Borucki, propusieron la construcción de un telescopio espacial (FRESIP - Frequency of Earth-Size Inner Planets) para descubrir planetas extrasolares mediante tránsitos. Tuvieron el rechazo de gran parte de la comunidad científica y de la NASA.

En 1995 Didier Queloz y Michel Mayor descubrieron 51 Pegasi b, el primer planeta detectado alrededor de una estrella de la secuencia principal, un planeta gigante orbitando cerca de su estrella. Este descubrimiento multiplicó el potencial científico de FRESIP. 

En 1996 FRESIP cambió su nombre a Kepler por sugerencia de astrónomos como Carl Sagan o Jill Tarter.

El telescopio cazaplanetas de Borucki fue rechazado hasta cuatro veces por la NASA (en 1992, 1994, 1996 y 1998), no sin motivos. Pero Borucki y su equipo mejoraron su diseño original hasta que, por fin, la misión fue aprobada en 2001 como parte del programa de misiones Discovery de bajo coste.


 Bill Borucki, padre de Kepler (NASA)





El cerebro de la nave era un procesador RAD750, una versión del chip PowerPC.
Kepler debía apuntar a la misma zona del cielo con una precisión de nueve milisegundos de arco. Para ello usaría, como es habitual, un mínimo de tres volantes de inercia. El telescopio fue lanzado con solo cuatro volantes, que se usaban continuamente para reducir la carga de trabajo de cada unidad. Los volantes giraban a una velocidad de entre mil y cuatro mil revoluciones por minuto y funcionaban usando la información proporcionada por cuatro sensores de precisión localizados en las esquinas del fotómetro, catorce sensores solares y dos sensores estelares, así como dos unidades de guiado inercial. Ocho propulsores alimentados por 11,7 kg de hidrazina se emplearían para “desatascar” los volantes de inercia periódicamente y para maniobras de control de altitud que quedasen fuera de las capacidades de estos, así como para mantener un ángulo mínimo con el Sol de 55º. Con el fin de comunicarse con la Tierra, situada a una distancia media de 96 millones de kilómetros, Kepler usaba una antena principal y cuatro de baja ganancia, con capacidad para enviar entre 10 y 4,3 megabits por segundo y recibir entre 7,8 y 2.000 bits por segundo.


ÓRBITA DE KEPLER ALREDEDOR DEL SOL (NASA)



CAMPO DE OBSERVACIÓN DE KEPLER (NASA)





Fuente: Información sobre Kepler, extraída en gran parte del artículo “La despedida definitiva al cazaplanetas Kepler”, publicado en el blog Eureka de Daniel Marín

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